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COLUMNA

¿QUIÉN ES JESÚS PARA TI?

Por: P. Álvaro Gutiérrez

¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? ¿Sabes si tu respuesta es acertada? El Evangelio de Mateo nos remite a una escena en la que Jesús dirigiéndose a sus discípulos les pregunta ¿quién dice la gente qué es Él?; a lo cual ellos responden, unos, que Juan el Bautista, otros, que Elías o Jeremías, o alguno de los profetas. Mt. 16, 13-20.Podríamos decir, es la misma respuesta que en nuestro tiempo sigue teniendo mucha gente acerca de Jesús; que es un hombre extraordinario, un gran líder social y revolucionario, un gran profeta o maestro espiritual, un gran hombre de Dios.

 

Hasta ese momento, Jesús ha hecho ya abundantes signos y prodigios que hablan del Reino de Dios, es decir, esa presencia de Dios en medio de su pueblo en la persona de Jesús: "los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva"; pero evidentemente lo que sus discípulos cuentan, sobre lo que dice la gente, no corresponde a una idea clara de la persona de Jesús como Señor y Mesías, es decir, como Hijo de Dios y Salvador. 

 

En este caso, Jesús de nuevo formula la misma pregunta, pero dirigiéndose directamente a sus discípulos, a sus amigos, a quienes viven con él y son testigos de esa Buena Nueva, a quienes el Señor les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos; y efectivamente, Pedro toma la palabra y proclama una profesión de fe que sólo Dios Padre puede revelar al corazón:"Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". 

 

Ahora bien, después de más de dos mil años, cada vez que escuchamos las palabras del Señor Jesús, que somos testigos de sus gestos de compasión y misericordia, que recibimos sus enseñanzas al leer, proclamar, escuchar, meditar u orar con su Evangelio, nos convertimos automáticamente en sus actuales discípulos. A sus pies, somos ese campo en el que el Señor siembra la semilla de su Palabra. Esta condición de nuevos discípulos suyos, nos incluye también, en la pregunta que Jesús formuló a los primeros discípulos, ¿Quién soy yo para ustedes?

 

La respuesta sin duda, es personal, nace del encuentro y la amistad que tengamos con Él, aún en la cotidianidad de nuestros días. Entre más vivamos con Él y Él viva con nosotros, más le conoceremos y de esta experiencia, su sabiduría será uno de nuestros mayores tesoros. Por tanto, nuestra respuesta será siempre acertada.

 

Y es que, mientras más se esclarece para nosotros el Misterio de Dios en la persona de Cristo, más somos conscientes de quiénes somos también nosotros, se esclarece el misterio de nuestra propia humanidad, nuestra identidad y persona. Esta es la experiencia de Pedro, quien una vez responde acertadamente sobre el misterio del Cristo en la persona de Jesús, ahora es el Señor quién le muestra su identidad, su destino y persona: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia"; "A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos".Mt. 16, 19

 

¿Quién es, entonces, Jesús, para ti? Llegar a esa respuesta, implicará un camino que habrá que hacer al lado de Jesús, como su discípulo, en el que le conozcas y le ames; en ese momento, no sólo sabrás quién es Él para ti, sino que ahora entenderás quién eres tú, porque sabrás lo que tú eres para Él y qué plan tiene el Señor para ti. Sólo cuando te re-descubras en Cristo Jesús, edificarás en la Tierra para ti mismo y los demás, un mundo mejor, y administrarás con sabiduría los bienes que recibes de Dios ahora y siempre.

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