REPORTAJE
SR. CARDENAL CARLOS AGUIAR
Arzobispo Primado de México
DE CARA A MÚLTIPLES RETOS, CARLOS AGUIAR RETES TOMA POSESIÓN COMO NUEVO CARDENAL Y ARZOBISPO PRIMADO DE MÉXICO
Siete de las 35 campanas de la Iglesia Catedral Primada de México, repicaron a las 10:00 horas de la soleada mañana del lunes 5 de febrero, para anunciar a la ciudad capital del País, la bienvenida al nuevo Arzobispo Primado de México, el señor Cardenal, Carlos Aguiar Retes, y el inicio de un nuevo camino pastoral para la Iglesia de México.
Por: P. Álvaro Gutiérrez
Con el acto litúrgico de toma de posesión canónica, desde hace muchos siglos en la Iglesia, un obispo inaugura de manera oficial su ministerio episcopal en la que es su nueva Diócesis, profesando de manera solemne su fe, prometiendo fidelidad a la Iglesia y al Sumo Pontífice en presencia del clero y del pueblo creyente. De esta forma, y siendo el trigésimo quinto sucesor de Fray Juan de Zumárraga, es como el Cardenal Carlos Aguiar, toma posesión de la Arquidiócesis Primada de México.
Con el gesto particular de llamar a la puerta principal de la Catedral tres veces, con un martillo como lo indica el ritual litúrgico, el nuevo arzobispo abre las puertas de la Iglesia; allí, le aguarda el cabildo o sacerdotes canónigos de la Catedral para recibirlo; después de hacer una breve oración, el prelado se dirige en procesión hasta el Altar Mayor dónde le espera el nuncio apostólico de su Santidad Francisco, monseñor Franco Coppola y el, ahora, cardenal emérito, Norberto Rivera Carrera, su predecesor; y mientras todo esto ocurre, el coro de la Catedral interpreta majestuosos himnos de solemne belleza.
Una vez que ha tomado su lugar en la nueva Sede, monseñor Carlos Aguiar Retes, escucha las palabras de bienvenida de su predecesor, monseñor Norberto Rivera, en las que expone un panorama de la Iglesia mexicana, que hasta entonces, desde hace 22 años, ha pastoreado. Es así, como aclara aspectos positivos y desafíos actuales que tiene la Iglesia de México; define a la arquidiócesis, como “una Iglesia unida, con un pueblo de Dios maravilloso, lleno de fe, movido por la esperanza y participando en la caridad con los más desprotegidos; como un pueblo guadalupano que ama y respeta a sus pastores, que reza por ellos y los auxilia en su ministerio; una Iglesia en salida, que va a las periferias, que ha tenido y sigue teniendo como prioridad a los alejados, a las familias, los jóvenes y los pobres”.
Por otra parte, afirma que ha sido una Iglesia “valiente y profética en defender el derecho de los no nacidos, del matrimonio natural; se ha enfrentado a una mentalidad plural que quiere imponerse con una dictadura del relativismo y la inmoralidad, que denuncia atropellos y abusos, corrupción y violencia; una defensora de la justicia y la paz, aunque quieran verla muda y sumisa”.
Seguidamente, concluidos los actos de toma de posesión en la Catedral Primada de México, hacia las 12:30 horas, monseñor Carlos Aguiar Retes, se traslada a la insigne Basílica Nacional de Guadalupe, donde celebrará a los pies de la imagen de Santa María de Guadalupe una solemne Eucaristía en acción de gracias. Allí le acompañan innumerables fieles y sacerdotes, cerca de 100 obispos, arzobispos y cardenales.
En su primera homilía como arzobispo de México, monseñor Aguiar, de cara a las realidades de la Iglesia que recibe, asume los retos y desafíos de su nueva misión, es por esto que afirma: “hoy nos abruman situaciones que violentan la justicia y la paz; agresiones que denigran nuestra condición de hermanos y que fomentan una vida de confrontación, discriminación, de menosprecio a la dignidad humana y que conducen a la angustia, la tragedia y a la muerte”. Sin embargo, recordando las palabras del Papa Francisco en su pasada visita a México, el cardenal Aguiar Retes, reafirma su compromiso en contribuir a la unidad del pueblo de México, “de favorecer la reconciliación de sus diferencias y la integración de sus diversidades; de promover la solución de sus problemas endógenos, de recordar la medida alta que México puede alcanzar si aprende a pertenecerse a sí mismo antes que a otros; de ayudar a encontrar soluciones compartidas y sostenibles para sus miserias; de motivar a la Nación entera de no contentarse con menos de cuanto se espera del modo mexicano de habitar el mundo”.
Monseñor Carlos Aguiar, se muestra consciente de los fuertes contrastes sociales y económicos en la población de la CDMX; que “conserva presencia de origen campesino y provincial, especialmente en los sectores populares donde aún se guardan tradiciones familiares de religiosidad, también de la gran responsabilidad que, en este contexto, tiene la labor de la iglesia”.
Queda claro, entonces, que, bajo la línea pastoral del Papa Francisco y una clara consciencia de la Iglesia que asume, el nuevo Arzobispo Primado de México, inaugura un nuevo camino pastoral con el que pretende dar esperanza y respuesta a diversos desafíos, porque, como él mismo afirma: “conozco y valoro el impacto de esta megalópolis capital del País, que es el principal modelo y polo de desarrollo, de transformación social y cultural”.